Su historia
La Ladrillera: Laboratorio de Khem-antropología y Tecnocerámica
La Ladrillera es un proyecto para experimentar y reflexionar en torno a la estrecha relación entre la Química y la Antropología a partir, principalmente, de materiales y procesos de tecnocerámica.
Su nombre, «ladrillera», se debe al lugar donde los ladrilleros, hombres y mujeres del municipio de San Pedro Cholula (Puebla), cortan, secan, limpian, traman y queman ladrillos de diferentes tierras compensadas. Asimismo, el vocablo egipcio khem refiere a un tipo de tierra negra de Egipto y es considerado el origen de las palabras alquimia y química (Gallego Badillo y Pérez Miranda, 2014). De ese modo, al poner en el centro la tierra y los materiales tecnocerámicos, el Laboratorio de Khem-antropología y Tecnocerámica busca, junto con Tim Ingold, hacer de la Antropología una ciencia experimental y “devolverle la vida” (2011, p. 14). Hoy, como indica también Ingold, “nos gustaría aprender sobre la composición material del mundo habitado participando directamente con las cosas que queremos entender” (2011, p. 20). Así, en el marco del realismo agencial, el giro material y los nuevos materialismos, la khem-antropología es una Antropología que se compromete con prestar atención a la intra-actividad material (Barad, 2007) y trazar los múltiples senderos del flujo y devenir de la materia, tal como la Química lo ha hecho según sus principios epistemológicos y ontológicos.
Ahora bien, ¿por qué tecnocerámica? La alfarería y el corte manual de ladrillo han sido, a través de los siglos, actividades económicas, simbólicas y materiales importantes en la región donde se ubica La Ladrillera. Todavía en 2013 Puebla era la entidad federativa con mayor número de ladrilleras a nivel nacional (4 500 unidades) y San Pedro Cholula ocupaba el primer lugar en su concentración (Rosas Flores, 2023, p. 35). Ni qué decir del esplendor de la cerámica polícroma cholulteca durante la época prehispánica y su relevancia arqueológica y estética en el presente. Si bien hoy la situación ha cambiado, Puebla y Cholula continúan aportando de manera significativa a la producción nacional de ladrillo cortado manualmente, un caso paradigmático de tecnocerámica. El ladrillo es ese material de construcción que ha sido utilizado tanto para erigir casas sencillas como vastos imperios como el romano (Senett, 2017, p. 166) y La Ladrillera le hace honor.
La Ladrillera: Laboratorio de Khem-antropología y Tecnocerámica está asentada en Santa Bárbara Almoloya, junta auxiliar de San Pedro Cholula, en el predio Tolantla — en náhuatl, lugar de tules o juncos—. Tolantla alojó en distintas épocas dos viejas ladrilleras. Actualmente, el laboratorio se alberga en una pequeña edificación que descansa encima del que fuera el horno de la primera ladrillera — la cual data de principios del siglo XX —. Más tarde, ese horno fue convertido en baño de temazcal, aproximadamente en los años 1960. Los alrededores del laboratorio fueron en las décadas de 1990 y 2000 el tramo para el corte y secado de ladrillo de la segunda ladrillera.
Sin duda, La Ladrillera: Laboratorio de Khem-antropología y Tecnocerámica busca honrar la intra-actividad con materiales tecnocerámicos tal como aún lo hacen los ladrilleros de Santa Bárbara Almoloya (y de San Pedro Cholula), quienes a través del corte manual del ladrillo siguen participando de la creación (materialización) de nuestro mundo. En ese sentido, La Ladrillera: Laboratorio de Khem-antropología y Tecnocerámica es un proyecto a la vez personal, familiar y local contemporáneo que se inscribe en la genealogía de intra-actividad material sostenida que crea lugares y tiempos. Las ruinas de los hornos, los vestigios de distintos tipos de ladrillos cocidos y las capas de diversas tierras para la preparación de lodo confirman esto.
Al propiciar y reconocer intra-acciones específicas, La Ladrillera pretende, sobre todo, poner atención a los materiales para reconocernos en y con la Tierra/tierra, mejor dicho, en y con la materia. La premisa, una vez más, es la de Ingold (2000, p. 10): “las personas desarrollan sus habilidades y sensibilidades a través de historias de participación continua con componentes humanos y no humanos de sus entornos. Porque es al comprometerse con estos múltiples constituyentes que el mundo llega a ser conocido por sus habitantes.” Así, La Ladrillera: Laboratorio de Khem-antropología y Tecnocerámica es una forma de invitarnos a exponernos, prestar atención, habitar y comprometernos con el mundo a través de hacer evidente, desde la Química y la Antropología, nuestra intra-actividad con materiales tecnocerámicos.
El camino hasta plantear el laboratorio ha sido largo y satisfactorio. Su fundadora, Alba Rosas se formó como antropóloga social. Durante el proceso, en 2010, Rosas tuvo su primer contacto con el barro bruñido de Los Reyes Metzontla (Puebla); más tarde, en 2017, interesada en la serie Sinkhole Vessels (2013) fue a vivir una breve temporada con las Mujeres del Barro Rojo de San Marcos Tlapazola (Oaxaca); posteriormente, de 2019 a 2023, regresó a Cholula (su lugar de origen) para investigar los procesos de materialización compartidos entre los ladrilleros de este municipio y los ingenieros electrónicos de Electronic Cats (Aguascalientes).
Sin embargo, La Ladrillera: Laboratorio de Khem-antropología y Tecnocerámica debe realmente su materialización al encuentro en Buenos Aires, en abril de 2023, de Alba Rosas con la ceramista argentina Silvia Barrios. Desde 2014 Barrios ha sostenido Medialab Artes del Fuego, un proyecto de experimentación e investigación sobre los cruces de la cerámica con la ciencia, el arte y la tecnología. Así, Barrios ha acuñado múltiples conceptos para referir tales relaciones: cerámica inteligente, cerámica intercampos, gráfica vitrificable transmedia, cerámica robótica, cerámica gráfica transmedia y otros. Luego de asistir a una sesión del seminario “Tecnoestética en la Cerámica Gráfica Contemporánea” en San Telmo (edición de abril de 2023), Rosas aprendió de Barrios sobre los procesos gráficos extendidos para la vinculación transmedia de la cerámica, lo que la inspiró a fundar La Ladrillera. Aunado a ello, para profundizar su conocimiento en torno a los materiales cerámicos, Rosas inició sus estudios en Ingeniería en Materiales en la Facultad de Química de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Precisamente, de allí surgió la necesidad de prestar atención a la relación que existe no solo entre la Ingeniería de Materiales y la Antropología, sino entre esta última y la Química.
Este sitio es la página web oficial de La Ladrillera: Laboratorio de Khem-antropología y Tecnocerámica. Está dirigido a todos aquellos interesados en la tierra/Tierra, los materiales, la materialidad, los procesos de materialización contemporáneos (incluida la escritura), la tecnocerámica, la intra-actividad y los devenires, la Química y la Antropología y, en general, en las posibilidades y potencialidades de ser en y con la materia.
¡Bienvenidos!
La Ladrillera, 3 de abril de 2024, Santa Bárbara Almoloya.
Referencias
Barad, K. (2007). Meeting the Universe Halfway. Quantum Physics and the Entanglement of Matter and Meaning. Duke University Press.
Gallego Badillo, R. & Pérez Miranda, R. (2014). Una aproximación a un análisis histórico y social general de la alquimia. Educación química, 25(2), 104-112.
Ingold, T. (2000). The perception of the environment. Essays on livelihood, dwelling and skill. Routledge
Ingold, T. (2011). Being alive. Essays on movement, knowledge and description. Routledge
Rosas Flores, A. (2023). Modos de cortar e integrar: etnografía comparada de los procesos de materialización entre ladrilleros de Santa Bárbara Almoloya e ingenieros electrónicos de Electronic Cats en México. Tesis de doctorado. Universidad de las Américas Puebla.
Sennett, R. (2017). El artesano. Anagrama.
Miembros del Laboratorio de Khem-antropología y Tecnocerámica
La Ladrillera es un proyecto nuevo que se encuentra en crecimiento.